Insiste en su compromiso con el equilibrio presupuestario "a lo largo del ciclo"

No se moja. Reconoce que el paquete de medidas tendrá un impacto sobre el superávit del Estado, actualmente en el 1,15% PIB. Y tanto. Casi como la totalidad. Sin embargo, prefiere no hablar de déficit. Insiste en que acabaremos el ejercicio, y reitera su "compromiso con el equilibrio presupuestario a lo largo del ciclo". Y aquí está el quid. Ahora podríamos entrar en déficit porque cuando nos recuperemos regresaremos al superávit del 3%. Al menos eso es lo que dice el vice.

Pero lo que está claro es que los 10.000 millones aprobados este viernes y los 8.000 previstos para el año que vienen sumados a los estabilizadores automáticos y a la previsible caída en la recaudación, supondría entrar en déficit sin ninguna duda. Pero esta es una palabra maldita. Y el vicepresidente económico no la pronuncia.