Aunque reconoce que sus decisiones afectan de manera desigual a los países de la zona euro La pelea entre Trichet  y Sarkozy ha siso tremenda. El presidente francés afirma que seguirá presionando al BCE para que rebaje tipos y apuntale el crecimiento de Francia. Además, insiste en reabrir un debate sobre el papel del organismo regulador. El francés Trichet responde en la televisión francesa que su principal obligación es vigilar la inflación y que no va a aceptar injerencias a su independencia.

En este ping-pong, Solbes prefiere no entrar. Afirma que hay que respetar la independencia del BCE y que aunque es verdad que las decisiones de la autoridad monetaria son centrales y perjudican a algunos países de la zona euro, hay que respetar la independencia del BCE.