Bombo, platillo y mucha expectación ante el anuncio del ministro de Economía, Pedro Solbes, de presentar las grandes líneas de la reforma fiscal que planea el Gobierno. Será el miércoles 30 en el Colegio de Economistas. Las expectativas apuntan a que no resolverá la mayoría de las incógnitas pendientes. Sí marcará, sin embargo, algunos límites que permitan cerrar el paso al asesor del presidente en materia económica, Miguel Sebastián. Lo más probable será lo siguiente: 3 tramos, recorte del máximo entre el 41% y el 43%, mínimo exento entre 13.000 y 14.000 euros. Eso sí, si Solbes no dice nada, desde el PP advierten que arremeterán con el "humo".
Para ir calentando el ambiente, El País informa en su edición del martes 29 que el 51% de los beneficiados por la deducción por vivienda son contribuyentes con rentas bajas inferiores a los 18.000 euros, mientras que las deducciones por fondos de pensiones afectan principalmente a las rentas altas por encima de los 42.000 euros. La conclusión es muy clara: hay que mantener la deducción por adquisición de vivienda y recortar gravemente la deducción por inversión en fondos de pensiones. El problema es que esta deducción fue un invento de Solbes para promover los planes privados de pensiones. La iniciativa ha tenido cierto éxito. En paralelo, parece claro que si la deducción desaparece o sufre un grave recorte, dichos productos sufrirán una importante merma de contratación.