Sr. Director:

En la India nacen más niños que niñas. Las niñas son un lastre para las familias con pocos recursos a causa de la costumbre de la dote matrimonial. Hasta hace poco, los padres esperaban a que el bebé naciera para conocer su sexo. En muchas ocasiones, si era niña, cometían un infanticidio.

 

Ahora, todo es más fácil gracias al aborto selectivo. Basta una simple ecografía con una máquina de ultrasonidos. Hace años, estos aparatos solo estaban en algunos hospitales de las grandes ciudades, pero hoy los tienen hasta en los pueblos más pequeños, apartados y pobres. Alguno no tienen agua corriente, ni carreteras asfaltadas, pero sí un aparato de ultrasonidos.

El último censo indica que hay 927 niñas de 0 a 6 años por cada 1.000 niños. En cambio, en la actualidad la relación es de 945 por cada 1.000. En algunos estados del norte del país, la cifra de niñas es inferior a las 800. Solo China tiene cifras más bajas: 832 niñas por cada 1.000 niños de 0 a 4 años, según Unicef. 

Asociaciones contrarias al aborto de niñas y miembros del gobierno afirman que hay una relación directa entre el déficit de población femenina que hay en la India y la expansión de máquinas de ultrasonidos.

Las leyes hindúes prohíben revelar el sexo del feto a los padres y se han aprobado medidas coercitivas contra los médicos que no respeten las normas e, incluso, se dictado condenas contra facuñtatovps. Todo es inútil: las estimaciones calculan que cada año se abortan cientos de miles de niñas.

"El aborto procurado es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento", afirmó Juan Pablo II.

Clemente Ferrer Roselló

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