Sr. Director:

Una cena sólo de señoras, 200 para ser exactos. Quizás deberían haber hecho un tête-à-tête, de la Vega vs. Michelet. Es más íntimo pero entiendo que dé miedo. Lo que procede de ultratumba siempre asusta.

Pero volvamos al tema. Doscientas mujeres cenando para enseñar lo que es igualdad a una extranjera. Entiendo bastante de diplomacia y de educación. No se van dando lecciones por ahí, señora de la Vega, eso es ser prepotente, y, al ser una extranjera la alumna, también es una desconsideración hacia Chile.

Las únicas cenas de señoras que conozco y que sean tan exclusivas son las despedidas de soltera barriobajeras con stripper incluido. No lo entiendo, ¿apestamos los hombres? De 44 millones que vivimos bajo su bota de tacón vivimos cerca de la mitad de hombres, ¿no hay ninguno digno de ser admitido?

Usted se queja y se lamenta de los colegios no mixtos por ejemplo. Deje que me ría un poco, ahora resulta que en los colegios no pero en las cenas sí. Y si son lesbianas ¿podrán ir sus compañeras? Esa cena la pagaré yo también con mi declaración de la renta. Y como invito yo a las señoras, me da la gana también invitar a sus maridos.

Pablo Zaldivar de la Rica

pablozaldi@gmail.com