El pasado domingo, día 27 de junio, asistí a la ordenación de un amigo; francamente he de decir me supo a poco, teniendo en cuenta la falta de sacerdotes que hay y que se ordene uno, repito, sabe a poco.
Dando vueltas a estos pensamientos me acordé de unas palabras de Benedicto XVI pronunciadas tres días antes. El Papa pide a los seminaristas llevar una vida ejemplar para conseguir nuevas vocaciones. Benedicto XVI reclamó en aquella ocasión a los seminaristas que lleven una vida "ejemplar" para suscitar entre los jóvenes, sus amigos y compañeros, nuevas vocaciones al sacerdocio.
Pensé que esas palabras podían ir dirigidas, no sólo a los seminaristas y sacerdotes, sino también a los laicos, a aquellos que tenemos fe, que esta fe es notoria, cosa que lleva también a ser ejemplares. Tal vez se cumpla el refrán don ejemplo es el mejor predicador.
Jesús Domingo Martínez