Sr. Director:
Un Estudio de Solteros españoles 2005 realizado por la empresa Parship, dedicada a buscar parejas a través de Internet desde el 2001 en países de habla alemana y recientemente estrenada en nuestro país, revela que el 79 % de los encuestados (solteros, separados, divorciados y viudos) no se atreven a declararse felices ante la falta de pareja. Si a esto añadimos que el 84% no esta convencido de que las personas sin pareja sean felices, nos hace pensar, que ni la libertad sexual transitoria, ni la independencia económica y familiar, la falta de querer comprometerse y complicarse la vida con una relación estable y duradera y la incapacidad de asumir las responsabilidades que este conlleva, hace feliz a nuestra sociedad.
Leyendo esta encuesta fue, cuando me acorde de una investigación, realizada por Gerardo Castillo y publicada en su libr La camisa del casado feliz. La encuesta se realizó a 200 personas casadas, con el objetivo de descubrir la clave de una vida conyugal lograda, exitosa y feliz.
El 95% de los encuestados puntúa su vida conyugal con un sobresaliente, debido, principalmente, a que su matrimonio lo han basado en las siguientes premisas: me casé para siempre, mi cónyuge ha sido para mí lo primero, he procurado aceptar a mi cónyuge como es y no como me gustaría que fuera, cuento que habrá dificultades y que se pueden superar, etc..
Pero esto no es todo. La encuesta continua, y ante la pregunta: ¿Qué tipo de recursos puso en juego para mantener vivo su amor pasada la etapa del amor pasional y en que se ha esforzado mas, para cuidar y fortalecer su matrimonio?, las respuestas no dejan lugar a la improvisación del momento, al destino, ni a la suerte.
Palabras como sacrificio, renuncia, cuidar los detalles, pedir perdón y perdonar, ser mejor para el otro, compartir, y empezar cada día con alegría, son habituales en un tanto por ciento muy elevado de las respuestas.
No sé a ustedes, pero a mí me hace pensar. ¿Qué preferimos una felicidad verdadera y duradera, que tengamos que trabajárnosla, o una felicidad transitoria, que a lo único que nos encamina es a la soledad y la insatisfacción?, ¿Cuál de las dos vale mas la pena?
Yo, ya la he elegido. Y como, habitualmente, dice la gente joven: ¡Tú mismo!
Remedios Falaguera Silla
rfalaguera@terra.es