"Soñé, bendita ilusión…" que teníamos un Gobierno austero en sus gastos, respetuoso con las creencias religiosas, que cumplía lo que prometía y ocupándose de los más débiles daba facilidades a los ciudadanos para con libertad salir adelante, que gobernaba con justicia y nunca mentía…
Lástima que el despertar me devolvió a la realidad.
Mª Teresa Delás