- "Esto es peor que con Zapatero", asegura Cospedal. La puesta en escena de la petición de dimisión de Rubalcaba fue la gota que colmó el vaso.
- El presidente, Leopoldo González-Echenique, se defiende. Yo no fui quien nombró a Somoano, fue Carmen Martínez de Castro.
- El Canal 24 horas ya presta más atención a la izquierda plural que al partido con mayoría absoluta.
- Rubalcaba sigue mandando en la TV pública y la pantalla se ha convertido en el altavoz de la corrupción del PP mientras oculta la del PSOE.
- Y de postre, Moncloa se enfrenta a 3 canales antisistema: Tele 5, La Sexta y Cuatro.
El presidente Leopoldo González-Echenique, por casualidad abogado del Estado, fue nombrado para ese puesto por su colega de profesional y club, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Ahora puede vérsele llevando a sus hijos al colegio en chándal, con un guardaespaldas que también va en chándal, que no puede ocultar el arma reglamentaria que porta. Está claro que no es un buen espectáculo para los menores. Incita a la violencia.
Sólo que también incita la programación de RTVE, tanto en el canal de los telediarios como en el Canal 24 horas, todo noticias. A la violencia contra el PP, se entiende.
En otras palabras, tanto la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, como la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, braman contra la información que ofrecen los informativos de su casa. Para Cospedal, "esto es peor que con Zapatero", mientras Soraya, responsable del nombramiento de Echenique, RTVE dedica tanta relevancia a grupos políticos marginales como al partido que ostenta la mayoría absoluta.
RTVE se ha convertido, por ejemplo, en el trampolín del diario El País en su información sobre el tesorero Bárcenas. La gota que colmó el vaso fue la puesta en escena, con todos los honores digitales, de la petición de dimisión de Mariano Rajoy, lanzada por Alfredo Pérez Rubalcaba en la sede del PSOE en Ferraz. Todo ello, mientras las sedes del PP eran atacadas por "indignados por los últimos casos de corrupción". En Moncloa, también hablan, y no paran, de que los casos de corrupción del PSOE, especialmente de los eres andaluces, resultan invisibles. Lo dicho, en Moncloa están convencidos de que Rubalcaba sigue mandando en RTVE. Y a lo mejor no les falta razón.
Así que mientras Cospedal asegura que a ella le vetaron el control de RTVE en favor de Sáenz de Santamaría. A su vez, la vicepresidenta se ha puesto al habla con su colega Echenique y le ha pedio que haga cambios. En concreto, en la Dirección de Informativos. Echenique se ha apresurado a responder dos cosas: que a él no le nombraron para dirigir RTVE sino para arreglar sus cuentas. En segundo lugar, que a Julio Somoano (en la imagen) no le nombró él, sino alguien que está muy cerca de su interlocutora, aunque no son las mejores amigas: la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez de Castro.
La verdad es que la tele ha amplificado las penurias del PP y ha tratado con enorme delicadeza a Rubalcaba. Pero es que, además, la situación del país es de tal calibre que a una RTVE trabajando para el PSOE se unen tres canales que rozan los antisistema: Tele 5, Cuatro y La Sexta. Esta última, más montaraz con José Manuel Lara que con Jaume Roures.
Algo hay que hacer, chillan en Moncloa, porque hasta el presidente ("Yo gané las elecciones por mayoría absoluta a pesar de RTVE") empieza a preocuparse por la sangría de votos que pierde cada día.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com