- Lo dicen en Moncloa: "el presidente no ha abandonado la opción Soraya para Madrid: ya no se fía de ella".
- La vicepresidenta del Gobierno lanza los nombres de Federico Trillo, de Mayor Oreja y de Esperanza Aguirre como candidatos a la Alcaldía de Madrid.
- Así se libraría del muerto. Pero don Mariano mantiene la espada de Damocles sobre su cabeza.
- No sólo eso, la vicepresidenta se ha acercado a Susana Díaz, quien, a su vez, espera el fracaso de Pedro Sánchez en las municipales y autonómicas.
- Soraya ha morigerado las ansias de Cristóbal Montoro, empeñado en intervenir económicamente la autonomía andaluza.
La secretaria general del Partido Popular, María Dolores del Cospedal lleva tres años comiéndose todos los marrones del partido en el Gobierno, sobre todo en el Caso Bárcenas. El mismo lapso en el que ha estado permanentemente enfrentada a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Ahora ha llegado su momento: Rajoy, en horas bajas y en vísperas de año electoral, la ha otorgado más responsabilidad -o sea, poder- justo al tiempo que su adversaria, la vicepresidenta lo pierde (todos en la imagen). Una se aleja del soberano -soberano presidente- y la otra se acerca.
Fuentes monclovitas aseguran a Hispanidad que Rajoy no ha rechazado, ni mucho menos, la idea de que Soraya salga del Gobierno y se presente como candidata a la Alcaldía de Madrid, una plaza fundamental que los populares podrían perder en mayo. Si se decide por ello, el problema para su actual número dos sería especialmente grave, dado que, además, podría acabar por no ser alcaldesa de Madrid sino jefa de la oposición municipal. Pero como aseguran a Hispanidad en Moncloa, "el presidente no ha abandonado la opción Soraya para Madrid: ya no se fía de ella". Se busca el candidato mejor colocado en las encuestas.
Pero Soraya se resiste a lo que sería el mayor varapalo en su carrera política para convertirse en la primera mujer presidenta del Gobierno de España. Pasar de vicepresidenta a alcaldesa es muy fuerte para una política tan ambiciosa como ella. Por de pronto, ha filtrado los nombres de posibles candidatos. Por ejemplo Jaime Mayor Oreja, alejado de un partido que contraviene sus principios cristianos. Por ejemplo, Federico Trillo, que se aburre muchísimo en Londres. Y también Esperanza Aguirre quien, a pesar de sus pequeños problemas a la hora de aparcar su automóvil en las calles de Madrid, continúa siendo popular en la capital.
Vamos, que Soraya tiene un lema: para Madrid, cualquiera menos ella, que se divierte mucho en Moncloa. Al mismo tiempo, Sáenz de Santamaría intenta relanzar a la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, para el cargo. Ocurre que Cifuentes aún cuenta con menos apoyos en el Partido que la propia Soraya, pero doña Cristina quiere un cargo y la renacida Cospedal apuesta con firmeza por Ignacio González para repetir en la Comunidad de Madrid. Sólo queda el Ayuntamiento.
En paralelo, Soraya se ha cercado a Susana Díez la presidenta socialista de Andalucía. Por de pronto ha morigerado los intentos de Cristóbal Montoro de intervenir económicamente la autonomía andaluza. Soraya está convencida de que ella debe ser la candidata del PP a La Moncloa y de que Susana Díaz debe cumplir el mismo papel por el PSOE. Susana Díaz espera con entusiasmo que Pedro Sánchez, especialista en meteduras de pata, se la pegue en las municipales y autonómicas del próximo mes de mayo, cuando el PSOE fracase en toda España menos en Andalucía. Hay que tener en cuenta que la legitimidad democrática de Susana Díaz es muy escasa: elecciones europeas y esperemos, municipales y generales del próximo año. Hasta 2016 no hay elecciones en Andalucía.
Ya saben: empoderamiento femenino.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com