La banca española es una de las más solventes del mundo. Morosidad por los suelos, tasas de cobertura generosas, ratios de eficiencia sustancialmente mejores que nuestros socios comunitarios, etc. ¿Y eso por qué? Hay quien asegura que los españoles hemos tenido que hacer banca gestionando pobreza y que las cornadas del hambre nos han hecho espabilar. Puede. Aunque el presidente del BBVA, FG, ofreció en la tarde de este martes otras claves.
En primer lugar, la informatización del sistema, el paso del manguito a la tecla. Una revolución de la que él mismo fue testigo cuando hace 30 años era proveedor de sistemas al mercado financiero. Además, España hizo una apuesta clara por los cajeros automáticos. Actualmente tenemos 1.300 cajeros por cada millón de habitantes frente a los 700 de media en la UE 15. Pero FG añade otro factor: la regulación adecuada, los incentivos necesarios, y una importantísima labor desarrollada por el Banco de España, sin el que este desarrollo no habría sido posible.
Sorprende que un banquero eche flores a su regulador. El regulador es "Mister no", que establece controles, mantiene burocracias, recorta flexibilidad. Lo lógico habría sido censurar esas rigideces. Pero FG prefirió optar por la loa y evitar la confrontación. Él sabrá por qué.