La Comisión propone nuevas ayudas a la natalidad, pero aún no acoge el concepto de salario maternal

 

La Unión Europea lleva un cuarto de siglo fomentando la anticoncepción y ahora la economía, es decir, el gravísimo problema del envejecimiento de la población, que pone en peligro el Estado del Bienestar, les obliga a favorecer la natalidad.

Además, en Europa aún no ha calado el concepto del salario maternal, o prestación pública para pagarle a la madre su mayor contribución a la sociedad y contrarrestar la rémora que la maternidad puede suponer en su carrera profesional. En España, la nueva ley de Dependencia participa de la misma filosofía: que la comunidad pague un salario a aquellas personas que cuidan de familiares que no pueden valerse por sí solos. Eso es exactamente lo que hace la madre con el sus hijos bebes. Con la diferencia de que ese hijo es el contribuyente del mañana, el que pagará la pensión de sus padres y abuelos.