Sr. Director:
Apreciado señor Carod-Rovira, le confieso que me emocioné con el 12 a 1 de la selección española de fútbol contra Malta, con la plata de la selección de básket en los Juegos de Los Ángeles y con los éxitos de las expediciones catalanas al Everest. También le confieso que espero que el equipo español gane la Copa Davis, que, a diferencia del señor Laporta, no noté ningún golpe bajo con la decisión de Fresno y que deseo que Madrid pueda organizar los Juegos Olímpicos de 2012.
¿Cree usted que con todos estos males puedo sentirme catalán? ¿Cree usted que soy contagioso? ¿Soy un catalán de segunda? Ayúdeme, hace unos días que me siento muy raro.
Jordi Molas i Verdague
molas@t100e.com