Mientras, ZP promete a los catalanes una sobre-financiación respecto al resto del país.
Nueva terminal en el aeropuerto barcelonés de El Prat. 1.300 millones de euros de presupuesto y 500.000 metros cuadrados de superficie, y permitirá que el aeropuerto pase de 30 a 55 millones de viajeros en el aeródromo catalán. Allí estaba Zapatero, que precisa la amistad, no de los catalanes, sino de los socialistas catalanes. Es más, ha llegado a prometer, durante la ceremonia de inauguración de la nueva terminal que Cataluña recibirá más dinero que el resto de España, lo que seguramente no sentará bien en el resto de España, ni tan siquiera en zonas controladas por los socialistas.
Desde el punto de vista empresarial, la inauguración también ha resultado polémica por otra razón. Spanair, la nueva línea estrella de la Generalitat, aún no rebautizada, que abre el miércoles los vuelos en la nueva terminal, ha enviado un comunicado a su personal, tanto a pilotos como a auxiliares de vuelo y personal de tierra, pidiendo que se dirijan a los pasajeros en catalán. El problema es que Spanair, aunque tenía su sede anterior en Palma de Mallorca, tiene personal de toda España -y extranjeros- la mayoría de los cuales domina el español y el inglés, pero no el catalán. Por eso, la nota ha provocado cierto malestar.