El Tripartito catalán puede ser de izquierdas pero su política laboral, en su nueva compañía de bandera -Spanair- no puede ser más de derecha, de derecha dura. Tarde-noche del martes: reunión del equipo directivo con los representantes de los pilotos de la compañía. Se les anuncia como objetivo prioritario reducir los costes operativos al nivel del bajo, en concreto ponen como ejemplo Easy Jet. Eso significa que los emolumentos totales deben reducirse en un 40% y que la plantilla de pilotos se reducirá en 170, de un total de 500. Y el que no lo acepte será el primero en salir.
La compañía que preside el ex vicepresidente del Barça, Ferrán Soriano, no se para en barras: el plan con la plantilla en general es pasar de 3.000 a 2.200 empleados, con traslados forzosos, además, especialmente de Palma de Mallorca a Barcelona.
Y todavía sigue llamándose Spanair. A lo mejor, cuando termine el ajuste, cambia el nombre.