Psicosis mundial en el transporte aéreo
Una semana después del accidente de Barajas la compañía Spanair se ha sumido en el caos: sobreventa de billetes, conflictos con los pasajeros e incertidumbre sobre el futuro, con el fantasma del cierre pesando sobre ellos y con una compañía matriz, SAS, que no toma decisiones. La plantilla, desanimada, colabora en el caos en que se ha convertido la sociedad que en su tiempo crearan y dirigieran Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán, y que gestionaron hasta hace un año, cuando los suecos, hartos de pérdidas constantes provocadas por la gestión de Marsans se deshicieran de la pareja de empresarios y se negaran a que compraran la compañía.Antes los incidentes no eran noticia y ahora son habituales en los medios informativos, lo que contribuye a aumentar la psicosis en forma exponencial.
Y lo malo es que el accidente de Barajas ha provocado una especie de conmoción mundial, una psicosis totalmente exagerada. Aterrizajes de emergencia o salidas de pista que en un momento normal pasan desapercibidos -es decir, no son noticia- se han convertido en primera plana.