Esta táctica es casi tan antigua como la humanidad, utilizada especialmente por las fuerzas en retirada.
Se suele destruir armamento, medios de comunicación, y hasta obras civiles estratégicas, como puentes, vías férreas, carreteras... A la vista de la realidad económica, social y moral en que estamos inmersos, gracias sobre todo a la acción errática del señor Zapatero, que no nos da tregua a sorprendernos cada día con un nuevo disparate, cabe pensar que la sensación de soledad que le va envolviendo le hace huir alocadamente, quemando y destruyendo cuanto hay a su paso. Pero, a diferencia de otras retiradas, lo que destruye el señor Zapatero es a la propia población, en especial a las nuevas generaciones.
La última perla es el vídeo, generosamente subvencionado por el Gobierno de España, y al que se tiene libre acceso en Internet, donde unos marcianos intentan violar a un ciudadano, e imágenes de zoofilia, violando a ovejas y otros animales. Me pregunto si los marcianos fueron contratados por la señora Pajín durante el encuentro planetario de Obama y Zapatero.
Lo de las ovejas violadas podría ser imagen de la intención del Gobierno con su política de educación con la EpC, el sexo libre y cambiante a voluntad, o borrar de nuestro mapa a la familia, que es el puerto seguro ante cualquier peligro.
Amparo Tos Boix