Intuía que por su incoherencia y falta de principios en todo lo que hace, en un tiempo más o menos breve el PP se iba a ir al garete; lo que nunca pensé es que ese tiempo fuera a precipitarse de una forma tan rápida como la que en estos momentos se espera.Es de suponer que el próximo mes de octubre, cuando la ley Gallardón de aborto, de "corte tradicional" (¿) salga adelante, los ministros, diputados, alcaldes, concejales, cargos todos y afiliados,... católicos del PP, renuncien de forma incondicional y se den de baja de este partido que se dice pro-vida sin serlo y que va a legislar por primera vez en su historia el aborto, justo en el momento que, contando con una amplia mayoría absoluta, podría haber acabado con todo este macro-genocidio.
En el año 2010, el segundo teniente de alcalde de Paradas (Sevilla) y concejal de Educación, Joaquín Manuel Montero presentó su baja como militante del PSOE y entregó su acta de edil por su desacuerdo con la ley de aborto: "siempre he tenido entre mis principios la defensa de la vida y, aunque me siento de izquierdas, mi conciencia no la negocio con nada o con nadie..."
Quisiera animar a aquellos militantes defensores de la vida a que se planteen la pertenencia a los partidos donde militen si éstos son contrarios al derecho a la vida". Éste hombre, sin que se conozca su condición de católico, lo hizo. Muchos esperamos lo mismo de los católicos y "super"-católicos del PP, que los hay, y muchos.Hay partidos, como el Partido Familia y Vida, escisión del PP por la deriva que éste ya en su anterior gobierno tomaba con respecto a las políticas pro-vida, les podría ser una buena salida. Y no les iría mal. Muchos se lo agradeceríamos.
Rosalía Cortés Sánchez