La ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, sostiene con optimismo que si algo se ha descubierto, hay que felicitarse porque se ha descubierto y podía haber permanecido escondido. El que no se consuela es porque no quiere. Desde luego, los subinspectores no opinan igual. Consideran que Marbella es el paradigma de los problemas del sistema de lucha contra el fraude. No había habido ni una sola inspección. Personajes como Roca, con incrementos de patrimonio notables, pasan desapercibidos porque no es declarante y Hacienda sólo revisa las declaraciones de los declarantes, critica el vicepresidente de la Asociación de Inspectores Fiscales, José María Mollinedo.
Pero es que además critican los subinspectores- existe una notable descoordinación entre las administraciones públicas. Los datos de impuestos de sucesiones y donaciones los tiene la Junta de Andalucía, pero no la Agencia Tributaria. Y por supuesto, lo mismo existe a nivel local. La propuesta de los subinspectores es propiciar un marco regulatorio que permita y obligue a una coordinación entre las distintas administraciones públicas para hacer más efectiva la inspección, evitando casos como el de Marbella, donde algunos personajes se lo llevan crudo sin que Hacienda prácticamente se entere.
Esta propuesta serviría para enfocar el consorcio de agencias tributarias contemplado en el Estatut catalán. Los subinspectores no se muestran contrarios a esa coordinación entre administraciones, sino más bien todo lo contrario. Debemos de superar las rencillas entre los distintos niveles de la administración, señala el otro vicepresidente de la asociación de subinspectores, Jesús Montero.