Maribel Martínez Éder, de la Asociación Plaza del Castillo, ha remitido una carta abierta a Silvio Berlusconi que, por su interés, transcribo literalmente:
El grado de indignidad a la que ha llegado en pleno horario de protección, todos y cada uno de los días del año es verdaderamente insufrible y está creando una enorme animadversión, que se percibe en cada vez más amplios sectores de la sociedad española, casi sin excepción. Y no solamente entre los espectadores. Como es público y notorio, muchos anunciantes se están resintiendo en sus intereses, dando soporte a ciertos contenidos. Por no tratar de los innumerables procesos judiciales a los que están sometidos constantemente.
Lo más miserable y ruin de la condición humana, recreada y virtual, falsa por tanto, puede entrar en nuestros hogares no a las 2 de la madrugada, sino cuando los niños, sobre todo los más desprotegidos humana o socialmente, vuelven a su casa del centro docente, y se sientan delante del televisor.
Sería imposible enumerar la cantidad de informes, estudios, referencias en prensa digital o física, provenientes de organizaciones y ciudadanos particulares que corrobora una situación de claro abuso que dura décadas. El hecho se agrava considerando que, al contrario que en Italia, en España no existe una autoridad audiovisual de ámbito nacional que vigile el cumplimiento de la normativa vigente.
Solamente dos referencias: Diario de Navarra, 25 de Octubre de 2011: "Habituada a la más completa impunidad, Telecinco insiste en programar en la sobremesa del domingo un programa del todo inadecuado para esa franja horaria". Día 3 de Noviembre de 2011: "El reality vigente de Telecino, 'Acorralados', se ha lanzado decididamente por la espiral del sexo a lo bestia y ya se ha hecho imprevisible el punto de llegada".
Agradecemos pues, los llamamientos a la cordura que nos consta, vienen de Mediaset-Italia, ya que la cadena ha elegido un camino equivocado, no reconociendo errores; grabando con cámaras ocultas e insultando gravemente a quienes pedimos el cumplimiento de la normativa vigente, y poniéndose a la defensiva ante millones de ciudadanos españoles".
A la cadena Telecinco lo único que le interesa es la audiencia. No le importa que para ello tenga que emitir programas que degradan al ser humano. El fin nunca puede justificar los medios empleados.