British Telecom (BT) rechaza la oferta de Telefónica, que consistía en intercambiar O2, por una participación de BT. La teleco de bandera británica se alía con Deutsche Telekom y con France Telecom, esta última de carácter público.
¿Y por qué Las sinergias eran mejores con Telefónica, especialmente en contenidos televisivos, por no hablar de que fue Telefónica quien se inventó la operación y que aportaba nada menos que a O2, salida antaño de las tripas de BT... y que era justamente lo que necesitaba BT. ¿Entonces
Sencillamente, en Londres no gustamos los 'dogos', derivado de Diego, se supone, y forma despectiva con la que los estiraditos súbditos de Su Majestad la City han calificado a los españoles, preferían caer en manos de alemanes y franceses, aunque las sinergias de negocio sean menores y sólo se vislumbren las sinergias de capital y el prusianismo de Berlín. Como decían los italianos, más sinceros que los británicos, cuando lo de Telecom Italia: no nos gustan los 'españolos'. Al parecer, no gustamos ni en Reino Unido, ni en Alemania, ni en Francia ni en Italia. En mi opinión, lo mejor es que les den morcilla a todos.
Pero a Telefónica sólo le queda aliarse con Vodafone, con la que las redundancias son tremendas, con Telecom Italia, de donde ya le echó el 'convolutto' que rige en aquel país.
Y resulta que en esa Europa hedionda los liberales son los tontos que privatizan sus empresas estratégicas mientras los que mandan son liberales de empresa pública, como los franceses, ahora resulta que César Alierta (en la imagen) debe reinventarse. Y debe hacerlo pronto, porque Vodafone y Telefónica son las que se han quedado sin pareja en el baile, y a la sombra de las telecos norteamericanas, especialmente de ATT, resulta peligrosa. Y ATT no se alía contigo: te come.
Pero eso no quita que algo habrá que hacer con esta Europa económica capitalista, calvinista, xenófoba y mezquina.
Mi consejo para César Alierta: que se vuelva hacia Hispanoamérica y fortalezca su núcleo duro en la teleco española. Sí, el criticado núcleo duro que todos los países europeos mantienen de una u otra forma. ¿Por qué vamos a contribuir a una Europa donde unos países, como España, se abren al capital extranjero mientras otros, cerrados, lo aprovechan para medrar Y si esto no se remedia, que viva el nacionalismo económico y que viva el ideal hispanoamericano frente a la Europa que propugnan los interesados en una Europa de varias divisiones.
Eulogio López
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