Además de lo que ya hemos dicho, el acuerdo de la comisión delegada de finales de junio contempla también la posibilidad de que los empleados que así lo estimen puedan ejercer su derecho a la objeción de conciencia. Es decir, aquel ejecutivo, profesional o comercial, que muestre problemas de conciencia para participar en la promoción, diseño o comercialización de un producto o servicio que contenga contenidos de adultos podrá objetar en conciencia sin sufrir consecuencias laborales por ello.
Un importante paso en el respeto a la conciencia personal de unos profesionales que además de deber fidelidad a su patrón, tienen deberes superiores con su conciencia. Olé por una compañía que respeta lo más sagrado de sus profesionales. Máxime cuando el gobierno responde a la petición de objeción de conciencia que las leyes son para cumplirlas