Durante las últimas horas hemos vivido unos de esos culebrones tan habituales en el siglo XXI: hacer negocios a través de la prensa. El grupo Mediaset, de Silvio Berlusconi, propietario de Tele 5, mostró su interés por comprar la productora Endemol, propiedad de Telefónica. Incluso se habló, y así lo recogió el diario italiano Corriere della Sera, de vender Tele 5 para adquirir la productora holandesa. Luego vino el desmentido, pero el desmentido no sanó el cabreo de Alierta.
En Telefónica están un poco hartos de que las grandes productoras acudan a Telefónica poco menos que ofreciéndose a quedarse gratis con Endemol, más que nada para librar a la operadora de tan pesada carga. Ofertas, que, además, no se concretan en cifra alguna. Por ello, Alierta ya advirtió a los analistas que la intención de la compañía con Endemol es muy sencilla: ponerla en valor a costa de sacar a Bolsa un paquete, pongamos un 10%, aunque este porcentaje sólo debe servir como referencia tradicional, y posteriormente venderla, con la correspondiente prima de control.
Hay que considerar que Endemol se compró por canje de acciones con Telefónica, lo que implicaba un valor, según la cotización de Telefónica en aquel momento, que superaba los 5.000 millones de euros, pero al no tratarse de una sociedad cotizada, el valor de Endemol se fijó en 800 millones de euros. Ahora las cosas han cambiado : durante el primer trimestre del año Endemol ingresó 225 millones de euros y su resultado operativo fue de 42 millones de euros, un 10% más que durante el mismo periodo del año anterior. Por tanto, Alierta no está dispuesto a vender a bajo precio. Además, lo que se valora en esta compañía es algo tan imposible de evaluar como el talento, pero hay algo cierto : la marcha de John de Mol, creador de Endemol, no ha reducido los ingresos de la compañía, sino todo lo contrario. En resumen, en Telefónica no están dispuestos a admitir más ofertas. Primero la Bolsa. Y puede que la salida sea rápida, posiblemente para después del verano.
Otro asunto es la calidad: Endemol seguirá siendo siempre la factoría de Gran Hermano, el símbolo de la telebasura.
Por tanto, el matrimonio entre teles e información no ha muerto. Lo que ocurre es que las operadoras no quieren mojarse en el aspecto informativo -.eso se queda para los editores- pero necesitan desarrollar el concepto mágico de Triple play: es decir, competir con la fibra óptica a través de la banda ancha ADSL, ofreciendo los tres servicios en una sola factura: telefonía, internet y TV. O, si lo prefieren: voz, navegación y programas de entretenimiento. Naturalmente, no ha nacido el poliplay, porque a ninguna operadora le apetece ofrecer telefonía móvil en el paquete, el cuarto elemento... y el más caro y más rentable.
Pues bien, a 30 de abril Imagenio cerró con 32.700 clientes (en el momento presente roza los 40.000) y quiere terminar el año con más de 200.000. El problema es que se necesita mejoras en la red de ADSL, por lo que los hogares potenciales a los que puede llegar Imagenio en el momento actual no alcanzan los 3,5 millones, preferentemente en Madrid, Cataluña y el País Vasco. En cualquier caso, la información por línea telefónica es un canal que aún no se sabe lo que puede dar de sí. Lo que parece claro es que las operadoras quieren ofrecerlo todo : entretenimientos ,telefonía, Internet, etc., con una sola factura.