Directivos de Telefónica han cometido la incorrección política de enviar tarjetas navideñas con motivos religiosos, y hasta el momento no han sido llamados al orden. Así, varios de esos directivos han felicitado las Pascuas con una postal que reproduce el magnífico cuadro de la Adoración de los Pastores, de Bartolomé Murillo. Por el momento, esas libertades no atentan contra el Código de Buen Gobierno, al menos en Telefónica.
Pero hay más. La espléndida postal navideña viene acompañada de un mensaje en el que se especifica que el Grupo Telefónica (hablamos de todas sus unidades) destina el dinero que años atrás empleaba para regalos navideños a la creación de un centenar de aulas hospitalarias en siete países, dotándolos de equipos de telecomunicaciones. Estas aulas acogen a los niños que por su enfermedad pasan largas temporadas en el hospital y no pueden ser escolarizados.