Sr. Director:
Desde el socavón del Carmel, el ciudadano medio empieza a expresarse. Ha salido del sopor del desánimo crónico, al constatar que ¡por fin, nos hacen caso las autoridades! Nos habían convencido que opinar o protestar no sirve para nada, eso estaba en el ambiente... ¡¡Y cuidado que la Generalitat es dura negociando!! Pero en el Carmel saben defenderse, ya lo creo, han demostrado tener cultura de sobra, y nos han dado una lección.
Estos días está naciendo la plataforma "El AVE por el litoral", que suscribo calurosamente. Hubo grietas en edificios cuando se hicieron los túneles de Vallvidrera, ahora el socavón del Carmel... Los ciudadanos de a pie tenemos sentido común, el menos común de los sentidos... dicen. Los que vivimos en el Ensanche temblamos al pensar en una tuneladora a 100 metros de casa. Estos edificios tienen 100 años o casi. Fueron construidos con cimientos poco profundos. El suelo de Barcelona es poco consistente: son aportaciones sobre todo del delta del Besós. El agua del subsuelo está lógicamente no muy lejos de la superficie. Tenemos una estación de metro donde se bombea el agua freática día y noche, y lo mismo en el Liceu.
¿Qué podemos hacer para construir el AVE por la opción más segura? ¡Hay que conseguirlo, si no, no ganaremos para grietas! Perderíamos tiempo y dinero luchando para mantener lo que ya tenemos, en lugar de pensar hacia el futuro.
Según la ley vigente, sólo el Ministerio de Obras Públicas es la autoridad competente para decidir el trazado de las vías, también al atravesar ciudades. Los ayuntamientos sólo son consultados, no tienen ninguna capacidad de decisión. Señor Zapatero, señor ministro, ¿van a escucharnos esta vez, o harán oídos sordos como hizo el Sr. Cascos en el tramo de Zaragoza?
Mercè Vallès
mercevalles@biada.com