En la mañana del jueves 9, el Banco de Inglaterra mantuvo el precio del dinero en el 4,75%. En poco más de un año, la autoridad monetaria británica ha subido el precio oficial del dinero desde el 3,5% al 4,75%, a pesar de que el Banco Central Europeo (BCE) insiste en el 2% y la Reserva Federal Norteamericana en el 1,75%.
Gordon Brown, ministro de Hacienda del Gobierno Blair, es uno de los partidarios de la entrada del Reino Unido en el euro, pero discrepa de la política monetaria que aplican en Francfort. Sea como fuera, la Gran Bretaña se ha convertido en la excepción a una economía occidental regida por el dinero barato, incluso por debajo de la inflación, lo que no deja de representar toda una novedad en la historia de la economía.