Como su inequívoco título indica Teresa de Calcuta narra la biografía de esa admirable religiosa. La acción comienza en la India a finales de los 40. El dominio británico llega a su fin pero la nueva nación está agitada. Confrontaciones y matanzas estallan con gran intensidad en la ciudad de Calcuta. Destruida por problemas sociales que abruman a las autoridades, en esta ciudad crece la desesperación de los débiles, los enfermos y los desheredados. En medio de todo este sufrimiento hay una monja que está empeñada en poner en práctica su vocación: ayudar a los las desfavorecidos de la sociedad. Pobres, leprosos, ancianos y niños abandonados son los elegidos por Teresa de Calcuta para darles su amor. Pero esta dedicación acarreará a Teresa muchos problemas y deberá desafiar a todo tipo de autoridades

 

El largometraje dirigido por Fabrizio Costa tiene el acierto que narrar equilibradamente la vida espiritual de la religiosa con su labor social. Doctrinalmente nada puede achacarse a esta versión cinematográfica que, en contra, de lo que se ha venido difundiendo, no muestra a una Teresa de Calcuta enfrentada al Vaticano sino, en todo caso, a su superiora que, en un primer momento, no llega a entender la misión para la que esa santa estaba destinada

 

La película está bien interpretada y es muy respetuosa con la figura de Teresa de Calcuta.

 

Quizás la única pega de esta película, realizada para televisión, es que no contaba con un presupuesto tan elevado como las producciones para la gran pantalla. Una mayor dotación económica hubiera desembocado en secuencias mejor resueltas desde el punto de vista artístico. Por ejemplo, la entrega del Premio Nóbel parece filmada en el salón de una casa familiar

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