• En un feroz y crítico artículo, el diario económico predijo que España iba a ser rescatada de manera inmediata.
  • Todo esto antes de que Europa asegurase que intervendría para salvar el euro... y la deuda española.

Una vez más, el diario británico The Economist, uno de los tabloides más críticos con España, antes y después del comienzo de la crisis económica, ha emprendido una nueva campaña de desprestigio contra la nación española. Sólo que esta vez el tiro le ha salido por la culata.

La historia de esta campaña preparada contra España por uno de los grandes iconos de la prensa financiera internacional nació al comienzo de la presente semana, una de las más negras para la economía española en la historia reciente. En este sentido, a medida que pasaban los días, la situación de la prima de riesgo y de los intereses de la deuda era insostenible, ya que la prima llegó a superar holgadamente los 640 puntos, mientras los intereses en los bonos a diez años ascendían hasta el máximo histórico del 7,75%.

Esta insostenible situación llevó a los responsables del Economist a realizar un incisivo editorial que aseguraba que el esfuerzo exigido a la ciudadanía española por los planes de ajuste del Gobierno de Mariano Rajoy no iba a servir absolutamente para nada. Y que España estaba abocada a solicitar el rescate global de su economía -no sólo el bancario- que algunos analistas cifraban en los 300.000 millones de euros.

Sin embargo, las críticas del Economist no sólo se limitaban a España, sino que se dirigían también al resto de países de la eurozona, ya que de acuerdo al rotativo, el gran problema de la eurozona era que no estaba aplicando políticas de crecimiento ni fomentado la creación de empresas. En este sentido, el diario exponía que desde el año 1975, en la eurozona sólo había nacido una empresa que hoy en día está situada entre las 500 primeras compañías a escala mundial, que no es otra que la española Inditex, algo que el crítico artículo consideraba irónico.

No obstante, con lo que no contaba el diario paradigmático de la especulación financiera, era con la intervención en el día de ayer del presidente del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi (en la imagen), quien por fin cedió a las presiones que se venían realizando desde hace semanas, y que afirmó que desde su institución se iba a velar por la protección del euro, lo que provocó que en cuestión de minutos, la prima de riesgo española descendiese en 50 puntos.

Aun así, en la mañana de hoy, la prima ha amanecido con nuevas subidas, por lo que parece que Draghi, además de dar su apoyo a la viabilidad de la moneda única, tendrá que anunciar cuáles son las medidas que piensa adoptar para que ese fin pueda hacerse efectivo -bien si el BCE se decide a adquirir deuda española o italiana por sí mismo o si opta por hacerlo a través del fondo de rescate europeo, para lo que se requeriría la concesión de una licencia bancaria a dicho fondo-, ya que, de lo contrario, los ataques especulativos volverán a dirigirse masivamente contra España, lo que le permitirá al diario Economist emprender nuevas campañas de desprestigio contra nuestro país.

Pero no hay que preocuparse: no lo hacen con mala intención.

Gabriel López

gabriel@hispanidad.com