Regular el derecho de huelga significa reducir el derecho de huelga. Quiere decir, sobre todo, poner coto a ciertos desafueros en los que un grupo mínimo de trabajadores puede paralizar un país y hacerle muy difícil la vida al resto de los ciudadanos. Se trata de un borrador de ley que ha estado esperando su hora en las mesas de todos los ministros de trabajo, tanto en el felipismo, como en el aznarismo, y que nadie se ha atrevido a promulgar.
Ahora, la presidenta del TC podría haber puesto en un brete al Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.