Y, además, se vive según el aforismo Dos sueldos, ningún hijo. Que no deja de ser la forma de que una sociedad desaparezca.
Por tanto, la política a seguir debería ser la opuesta a la que predican los sindicatos: aceptar todo tipo de flexibilidad laboral y rechazar la moderación salarial. El trabajador no quiere subsidios de paro, quiere trabajo y salario digno. Por tanto, bienvenida sea la rebaja de los impuestos que gravan el empleo, bienvenida la flexibilidad laboral y bienvenidas las subidas salariales.
Eulogio López
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