En Ferraz preocupa lo que todo el mundo sabe es la primera aderrota interna de Zapatero en el seno del PSOE. Además, para algunos las críticas de Bono sólo significan que acelerará la formación de un partido de centro
El ex ministro de Defensa y candidato remiso a la Alcaldía de Madrid, José Bono, no ha dudado en criticar a su compañero de partido, José Montilla, por aliarse con el republicano independentista Josep Lluis Carod-Rovira, ahora convertido en vicepresidente de la Generalitat. En la misma mañana del martes, el presidente del PSOE y presidente andaluz, Manuel Chaves ha hecho lo mismo. Los dos saben que es muy difícil para el votante del PSOE en el resto de España acepar que su partido rinda tributo a Carod y gobierne gracia a los independentistas catalanes.
No es que haya peligro de ruptura en el PSOE, porque gobierna y hay muchos cargos a repartir. No, lo e preocupa en la sede socialista de Ferraz tras la rebeldía de Montilla, que se negó a obedecer las órdenes de Moncloa de pactar con CiU y forjó un nuevo Tripartito (es decir, el mismo Gobierno y con los mismos componentes que él había aniquilado), es que esta es la primera derrota de Zapatero en el seno del PSOE.
Además, la actitud de Bono preocupa más que la de Chaves. En Moncloa y en Ferraz están convencidos de que Bono sueña con crear un partido de centro para recoger los votos socialistas que consideran que ZP no hace otra cosa que ceder ante los nacionalismos.
Por cierto, el Presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero no acudió a la presentación del gobierno tripartito de José Montilla. Ni él ni ninguno de los pesos pesados de su formación. Al nuevo Honorable sólo le protegieron los miembros del PSC.