¿No quieres caldo? Pues toma dos tazas. Decíamos ayer que el presidente del Gobierno español dudaba si responder a Rodrigo Rato, quien se había autopostulado como sucesor a la Presidencia del Gobierno.
Pues no, Aznar no ha respondido, ha sido incluso más taimado: ha desautorizado a su vicepresidente económico haciendo que le responda su peor enemigo en el partido, el secretario general del PP, Javier Arenas. Con otro alarde de originalidad, tan propio en él, Arenas respondió que "ahora no toca" hablar de sucesión. Arenas, además, trata de ganarse al aparato del Partido Popular, hablando siempre en nombre de Aznar. Por ejemplo, ha conseguido que el presidente madrileño, Alberto Ruiz Gallardón, se distancie de Rato. Para ello, el tándem Aznar-Arenas ha transigido con el fichaje de Ana Botella, como subordinada del presidente madrileño y candidato a la Alcaldía de la capital. Pero Rato es todavía mucho Rato. Ahora está jugando a órdago, y está dispuesto a ganar.