La obsesión antinuclear de ZP contrasta con el acuerdo Sarkozy-Brown
La Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (CECALE) se sumó este viernes a la petición del gobierno regional para que se mantenga la central nuclear de Santa María de Garoña, en la provincia de Burgos. La única condición que debería tener en cuenta el Gobierno, según CECALE, es que la central cumpla los criterios de seguridad según los estándares internacionales, "lo que ocurre en estos momentos según el último informe emitido por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN)".
Mientras ZP opta por el discurso ecologista-progre, el corazón de Europa hacía el que prometió volver late a favor del mantenimiento de las centrales. Sarkozy y Brown hacían oficial el acuerdo de colaboración no sólo para continuar con las plantas ya en marcha, sino para construir reactores y avanzar en la investigación de la cuarta generación. En esta ocasión no es por desidia o falta de recursos o de audacia, sino por cabezonería, pero el caso es que una vez más en la historia, España se queda en el furgón de cola del auténtico progreso.