La economía no salvará a Zapatero. El Gobierno confía en la coyuntura europea. El presidente del Instituto de Estudios Económicos sitúa en 2017 la creación de empleo.
Como ya se sabe, la economía no es la baza que va a salvar a Zapatero de la derrota electoral. Por eso están buscando otra en la pacificación de Euskadi. Para solucionar la economía, el Gobierno confía en el buen ritmo de Europa y deja a las coyunturas internacionales el resurgir de la economía del país.
Y eso está muy claro si hacemos caso de las palabras de José Luis Malo de Molina, director del Servicio de Estudios del Banco de España, quien ha afirmado en una jornada sobre fondos de inversión organizada por "El nuevo Lunes", que España acumula dos meses de crecimiento pero que está lejos de generar empleo. Además, mientras este elemento no mejore, no habrá una estabilización definitiva. Pero para vencer en unas elecciones puede bastar con conseguir el fin de ETA.
Malo de Molina ha recordado que la falta de flexibilidad salarial es la que ha conllevado que los ajustes emprendidos se hayan dirigido hacia el mercado de trabajo. Eso ya lo había avisado el Instituto de Estudios Económicos (IEE) cuando había señalado al mercado laboral español como uno de los más ineficientes del mundo. Pero aunque el aviso de seguir poniendo en práctica las reformas estructurales profundas sea repetitivo por parte de numerosas instancias, los pasos siguientes son una incógnita.
Pero este jueves mismo, el presidente del IEE, Juan Iranzo, ha vuelto a reafirmarlo cuando ha afirmado que la economía española no creará empleo hasta al menos 2017. Hasta entonces, no se habrán alcanzado las tasas de crecimiento necesarias.
Con esta perspectiva tan oscura para el empleo y por tanto la economía española, al presidente del Gobierno sólo le queda la baza de la materia social o del fin de ETA para salvarse de la quema.
Juan María Piñero
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