Sr. Director:
Mi nombre es Fatima Hamed Hossain, y le escribo desde Ceuta para hacerle llegar mi humilde opinión acerca de su noticia publicada el 11 de febrero en hispanidad.com.

 

En primer lugar, me parece desorbitada la generalización que realiza respecto a que por supuesto que los musulmanes no quieren integrarse en Ceuta, según la cual y basándose en no sé qué, da usted por supuesto, que un numeroso colectivo local (aproximadamente el cuarenta por ciento de la población) no quiere integrarse en Ceuta. Siempre he creído que la integración se produce al introducir un elemento nuevo al conjunto, y teniendo en cuenta que de entre la población musulmana ceutí hay personas que llevan más de tres y de cuatro generaciones en Ceuta, lo considero inapropiado y erróneo.

No se puede integrar lo que ha formado, forma y formará parte de Ceuta. Tal vez usted quiera referirse a algunas personas de otras nacionalidades que lleven poco tiempo en nuestra ciudad, en ese caso, si podría aplicar el termino integración. Pero es que, como usted sabe, una cosa es la nacionalidad y otra la creencia o fe religiosa. De hecho, eso se deduce de la aconfesionalidad del Estado, ¿no cree?, según el cual, art. 16.3 Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.

Además de ello, debe tener en cuenta el contenido del art. 14 del mismo texto, sí, ese que habla de la igualdad de todos los españoles. Porque lo somos. Los musulmanes ceutíes, igual que los hebreos e hindúes, somos y nos sentimos tan españoles como el que más, aunque estamos cansados de decirlo por activa y por pasiva. No conocemos otra realidad social que la de nuestra querida Ceuta

Dice igualmente, que lo que quieren los musulmanes de aquí es que los ceutíes se integren en el Islam, se equivoca. Cada cual vive su religión en casa, en su aspecto privaoa. En la calle somos todos de la misma nacionalidad, y tenemos las mismas preocupaciones, por ejemplo, que el Gobierno de nuestra ciudad haya protagonizado la mayor subida impositiva de nuestra historia.

Eso nos duele a todos por igual. Como los problemas de paro y fracaso escolar que tenemos. Además, somos conscientes del gran esfuerzo que tenemos que hacer entre todos si queremos un futuro alentador para las próximas generaciones y opiniones como las que usted vierte, respetables pero carentes de fundamento, no nos ayudan a construir una mejor sociedad para todos y todas.

Fatima Hamed Hossain