Más ajustes. Eso sí, con la boca pequeña, con la excusa de los ajustes técnicos. El Gobierno pretende meter en vereda los costes de las prestaciones por desempleo, desbocadas como consecuencia del azote del paro. En el 2010 estaban presupuestados 30.612,42 millones de euros, un 58,7% más que en el 2009.
Así que para recortar esta partida, caben varias alternativas. Primero: obligar a fichar, pero sin hacer cola, que queda muy fea en la tele. El que no fiche, pierde la prestación. Segundo: obligar a los parados a aceptar las ofertas que se les ofrezcan en los renovados y superdotados- servicios públicos de empleo. Tercero: obligar a los parados a aceptar las ofertas de formación para mejorar su empleabilidad. Y cuarto, si es necesario, según informa este lunes el ABC, se recortará la cuantía de las percepciones. Eso sí, probablemente esperen a que pase la huelga general para no encender los ánimos más de lo estrictamente necesario.