Sr. Director:

Que el aborto es un mal, ¿quién no lo sabe? En Inglaterra, impactó la muerte de Emma Beck (2007), que apareció ahorcada después de abortar a sus dos gemelos. Dejó una nota: "La vida es un infierno para mí, yo nunca debería haber abortado, habría sido una buena madre (…)". Dos víctimas del aborto: el hijo y  su madre, cuyas heridas interiores no pueden restañarse.

¿Quiénes son los responsables? No creo que sean sólo las madres que abortan y el personal de los abortorios:  también, quienes lo aprueban y los que no articulan ni una palabra en contra y se inhiben. Es tremendo porque no tiene vuelta atrás y por los problemas mayores que ocasiona.  

Según Beatriz Mariscal, los síntomas del síndrome post-aborto "suelen variar, desde una depresión leve hasta pensamientos suicidas, trastornos alimenticios, abuso de alcohol y drogas, sentimientos de culpa, pesadillas, baja autoestima, auto castigo".

Una de las víctimas del aborto me dijo que sólo en el sacramento de la confesión encontró paz y que la pena le durará siempre.

Josefa Morales

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