En una clase sobre principios de teología eclesiástica, el profesor, para exponer la doctrina sobre la Iglesia hoy, comentó la siguiente nota que con su permiso me permito comentar: "La Eucaristía es un antídoto al individualismo, egoísmo e indiferencia que afectan al hombre en el mundo de hoy".
Así habló Benedicto XVI al presidir la Misa de clausura del 25° Congreso Eucarístico Nacional Italiano. También aprovechó para recordar a todos los católicos que es la Eucaristía lo que nos une íntimamente a los hermanos en este misterio de comunión que es la Iglesia, donde el único Pan hace de muchos un solo cuerpo, realizando la oración de la comunidad cristiana desde los orígenes. Y señaló al mismo tiempo que: "Quien sabe arrodillarse delante de la Eucaristía sabe inclinarse en primera persona sobre el necesitado, sabe partir el propio pan con el hambriento, compartir el agua con el sediento, vestir al que está desnudo, visitar al enfermo y al encarcelado".
Pienso que son tres ideas claves para entender hoy la Iglesia en cuanto garante de la Eucaristía y no como una ONG.
Suso do Madrid