El partido de la Selección española de este domingo ha sido la emisión de televisión más vista de toda la historia de Cataluña, mal que les pese a algunos nacionalistas.
Como miles de barceloneses, me acerqué a celebrar la victoria de la Roja en Plaza de España y me pareció lamentable la actitud aguafiestas del Ayuntamiento de CiU. La policía intentó obstaculizar el acceso a la celebración todo lo que pudo y apagaron enseguida la iluminación pública de la plaza para que la gente se fuera cuanto antes. Francamente, contrasta la alegría de los fuegos artificiales, bengalas, petardos y la gente joven seguidora de La Roja con la actitud antipática, rácana y aguafiestas que ha tenido Xavier Trias en esta Eurocopa.
Raquel C. Cañellas