Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), considera que es demasiado pronto para declarar que la crisis ha terminado. Trichet explicó que los últimos acontecimientos han sido buenos, pero lo que subyace es el apoyo de los gobiernos a la economía. De hecho, según explicó el presidente del BCE, los gobiernos europeos han dedicado el 26% del PIB a apoyar al sector financiero.
Pero el regulador europeo se mantiene alerta y su máximo directivo insinuó que los tipos deben mantenerse en el 1% al tiempo que advertía que el apoyo excepcional del BCE no puede mantenerse indefinidamente.
En cualquier caso, las palabras de Trichet suponen un jarro de agua fría a las autoridades políticas, que no dejan de insistir en que el final de la crisis está cerca. En España, Salgado ve brotes verdes en cuanto las cifras son algo menos negativas, pero en el resto de los países los gobiernos están igualmente interesados en dar por zanjada la crisis. Pero Trichet llega para aguarles la fiesta.