Especialmente a los países con baja productividad y déficits exteriores y fiscales; o sea, España

 

El boletín del BCE del mes de septiembre, reclama una mayor rapidez en la consolidación fiscal. Asegura que la pérdida de la actividad que se derivará del ajuste será compensada con una mejora de la confianza. De hecho es esa confianza la que ha permitido a España ganar margen para permitir el endeudamiento de los Ayuntamientos y hacer el recorte del recorte. Pues bien, eso es exactamente lo que no hay que hacer. Trichet hace un llamado a utilizar los márgenes de confianza para acelerar el proceso de consolidación. Especialmente en aquellos países que han perdido competitividad y que han mantenido déficits exteriores y fiscales excesivos. ¡Eureka! Por ejemplo, España. Y cuidado con Grecia, Portugal e Irlanda que siguen cerca de los máximos de diferenciales marcados el negro 7 de mayo pasado.

Además, Trichet hace un llamado a emprender reformas estructurales que apuntalen un crecimiento robusto. En este sentido, propone una negociación colectiva mucho más flexible que permita ligar los salarios a los niveles de competitividad. Exactamente lo que no se ha aprobado este jueves en el Congreso: una reforma light que el propio Gobierno reconoce que no servirá para nada.

Por último, la autoridad monetaria de la zona euro pronostica un crecimiento moderado pero con incertidumbre. ¿Y el del pasado trimestre, la locomotora alemana? Trichet considera que eso puede ser un espejismo, que es un dato coyuntural derivado de la depreciación del euro y del incremento de las exportaciones a China en un 30%.
Andrés Velázquez
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