A mi madre, española, 78 años, enferma crónica, catalogada como anciana de riesgo, mil patologías entre ellas alguna de las definidas como "raras", pagando a Hacienda toda la puta vida, me la han expulsado de la sanidad pública por el horrible delito de ganar más de 6.202 euros al año.
Gana unos 6.400: la pensión es de 435, más los intereses que le han ido dando los ahorrillos de toda la vida (unos 70 más al mes). De ahí, si queremos Seguridad Social, tenemos que sacar 90 euros mensuales para pagarla (merced al concierto del Colegio de Abogados), más el 40% de los medicamentos, claro, porque al no ser pensionista de la SS (es pensión de viudedad del Colegio de Abogados), pues le toca soltar cerca de 110 euros más al mes.
Recogí la odisea en su día en mi blog y, por si alguien la quiere, tengo toda la documentación que acredita esta guerra (y más que se ha ido añadiendo).
De verdad que este país no es que dé asco... ¡es que entre pitos y flautas sale carísimo!
Chiqui
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