La crisis desencadenada por la situación en Ucrania pone de manifiesto que las relaciones internacionales tienen como talón de Aquiles la desconfianza que genera la defensa a ultranza de los intereses particulares por encima del bien general.
Rusia teme la expansión de la Unión Europea hasta la puerta de su frontera, y los países que circundan al gigante ruso temen su tendencia imperial.
Me parece que es urgente recuperar la confianza en que cada uno puede tener su espacio y su identidad garantizados, en relación con sus vecinos.
José Morales Martín