• El convoy ruso de ayuda humanitaria avanza a pesar de los recelos del Gobierno de Ucrania, que sospecha esconde material militar para los rebeldes.
  • Más escisiones e inestabilidad en el bando pro ruso del este del país: deja también su cargo el líder separatista de Lugansk.
  • La Unión Europea se reúne para evaluar el boicot de Putin a las exportaciones. La burocracia europea es así: no se esperan decisiones hasta la semana que viene.
  • Conviene no olvidar que España es el sexto país más afectado por las sanciones del Kremlin.
  • Y Kiev, mientras, se acerca más a Europa: abre las puertas a la inversión en el sector del gas.

El polémico convoy humanitario (en la imagen) procedente de Rusia avanza en dirección al este de Ucrania. A pesar de que los rusos confirman que los camiones transportan ayuda humanitaria -alimentos, agua, generadores de electricidad y bolsas de dormir-, las autoridades ucranianas sospechan que el convoy esconde equipo militar para armar a los rebeldes prorrusos, por lo que han impuesto a Putin condiciones: la ayuda solo será aceptada si es repartida por la Cruz Roja, los camiones serán revisados en la frontera por la OSCE y no podrán custodiarlos escoltas rusos ni personal del Ministerio de situaciones de emergencias, que los ucranianos no consideran una institución civil sino militarizada.

Mientras, la inestabilidad política se agudiza en el este de Ucrania tras las primeras escisiones entre las autoproclamadas autoridades que gobiernan la zona. A la renuncia del primer ministro de Donetsk, Aleksandar Borodai, el pasado 7 de agosto, se suma ahora la dimisión del líder de los separatistas prorrusos en la provincia de Lugansk, Valeri Bolotov, según ha informado la cadena de televisión estatal rusa, Rossiya 24.

Y en la Unión Europea, los países miembros buscan la manera de corregir el mercado tras la zancadilla de Rusia. Expertos en agricultura se reúnen este jueves en Bruselas para medir el impacto que ha supuesto el veto ruso a las exportaciones europeas de productos agroalimentarios. Durante la reunión, se precisará qué sectores y productos son los más perjudicados por el boicot de Putin, y se elaborará un esbozo de las medidas a tomar. Los países esperan recibir compensaciones de la Unión por las pérdidas ocasionadas debido a la retirada de productos del mercado. La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, se sumará a la petición. España es el sexto país más afectado por las sanciones de Rusia.

No obstante, el Ejecutivo comunitario insiste en que la prioridad ahora es buscar mercados alternativos, aunque sea dentro de la Unión Europea. En el caso de que no los haya y se produzca una crisis de mercado, "se habilitarán los mecanismos de ayuda disponibles", según confirman fuentes europeas. Eso sí, hasta que no se conozcan todos los datos del impacto económico del boicot, se descartan represalias a Rusia.

De todos modos, no se espera ninguna decisión hasta la semana que viene. Queda patente, una vez más, la lentitud de la burocracia europea. El portavoz de Agricultura del Ejecutivo comunitario, Roger Waite, se excusa: "No quiero prejuzgar el resultado de la reunión, pero está claro que necesitamos todavía más datos de los Estados miembros". A pesar de ellos, sí se han tomado ya algunas medidas. El comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, anunció el pasado lunes la puesta en marcha de ayudas al sector de la nectarina y el melocotón, cifradas entre 20 y 30 millones de euros, y vaticinó la aprobación de más medidas para paliar los riesgos que supone el cierre del mercado ruso.

En medio de la polémica, Ucrania sigue dando pasos hacia Europa. En la mañana del jueves, su Parlamento ha dado el visto bueno a la ley que permitirá a las empresas de la Unión Europea y de EEUU invertir en el sector del gas, con el apoyo de 228 diputados (sólo dos más de los exigidos). Las empresas occidentales podrán alquilar, a través de alianzas comerciales, las instalaciones para el tránsito y almacenamiento de gas.

Daniel Esparza


daniel@hispanidad.com