El inmovilismo gubernamental tiene su correlato en el inmovilismo sindical. Los sindicatos no están dispuestos a hacer nada. Y de momento ya le han doblado el pulso al Gobierno: no habrá reforma laboral si no es con el consenso de los agentes sociales. Zapatero sigue contratando en sindicatos y patronal la regulación laboral.
Y lo peor: UGT y CCOO apoyan a los sindicatos griegos. Y estos ya llevan 4 huelgas generales desde el pasado mes de febrero. Mucho. Los sindicatos griegos están dispuestos a incendiar el país, de cruzar la línea que les separa con el abismo. Y los españoles, también. Tremendo. Dicen los griegos que lo que está ocurriendo en su país es un banco de pruebas de lo que posteriomente se aprobará en Portugal y España. Y lamentablemente la actitud de los sindicatos en un sitio y en otro no seria diferente.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com