Puede decirse que toda la prensa mundial se ha referido a un posible atentado en Estados Unidos antes de las elecciones de noviembre. Según las mismas fuentes de la inteligencia española, todo eso no son más que globos sonda lanzados por la Casa Blanca. Un atentado como el del 11-S sólo serviría para unir a los norteamericanos contra el enemigo común… alrededor de su actual presidente. En tal caso, un atentado en Estados Unidos debe realizarse un día después de las elecciones presidenciales.

 

Y a pesar de las amenazas de grupos presuntamente integrantes de la nebulosa Al Qaeda, España tampoco debe ser un objetivo. ¿Para qué, si con la masacre del 11-M ya se ha conseguido que España no sólo cambie de Gobierno y de política, sino que haya iniciado el efecto dominó que ha derrumbado la coalición internacional que operaba en Iraq? Los mafiosos, recuerdan esas fuentes, siempre protegen a quienes se rinden. Su prestigio consiste precisamente en eso, en proteger al extorsionado con gran eficiencia.

 

No: los objetivos lógicos de Al Qaeda ahora son países como Reino Unido, Italia, etc., países que apoyaron a Estados Unidos en la guerra de Irak y que todavía no han recibido la medicina Bin Laden. Los terroristas no quieren que Bush repita en la casa Blanca, a pesar del error de Iraq. No le apoyarán electoralmente con un atentado.