Sr. Director:
El embarazo adolescente está en baja. Los adolescentes conocen y utilizan los anticonceptivos más que los adultos. Los embarazos no provienen del abuso sexual, sino de una iniciación precoz de las relaciones sexuales. El número de embarazos crece proporcionalmente con la falta de educación general y empleo. Los riesgos para la embarazada y el niño no derivan de la edad de la madre, sino de su condición de marginalidad. No se denuncian los casos de aborto, a pesar de que en Argentina es un delito.
En el marco de un seminario al que concurrieron funcionarios del área de salud de todo el país, se presentó oficialmente un estudio sobre embarazo adolescente realizado por el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes), con el apoyo del Ministerio de Salud. El estudio, que lleva por título El embarazo en la adolescencia: Diagnóstico para reorientar las políticas y programas de salud, se desarrolló en las provincias de Catamarca, Chaco, Misiones, Salta y Tucumán y en el Gran Buenos Aires y Rosario. Tiene por objeto elaborar diagnósticos de situación que orienten el diseño de intervenciones destinadas a prevenir el embarazo adolescente no planeado y su repitencia.
Las cifras
Contrariamente a lo que les escuchamos decir a diario a funcionarios, legisladores y comunicadores sociales, la fecundidad adolescente en Argentina viene descendiendo en los últimos veinticinco años.
El estudio utilizó diferentes fuentes de datos y técnicas de investigación: entrevistas a informantes clave (áreas de: Salud, Educación, Desarrollo Social, ONGs, líderes comunitarios), encuesta a las puérperas de 15 a 19 años, que tuvieron sus partos en las maternidades seleccionadas para el estudio, datos secundarios (Censo 2001; Encuestas de hogares, Estadísticas Vitales, Egresos hospitalarios, etc.). A partir de la información censal y de las estadísticas vitales se realizó un diagnóstico de la fecundidad adolescente en la Argentina.
Según los datos consignados en el informe, los embarazos en adolescentes en nuestro país no son más frecuentes ahora que hace 30 años.
La fecundidad adolescente en Argentina alcanzó su nivel mas bajo en las décadas de 1950 y 1960. La década de 1970 mostró un aumento de la fecundidad de las mujeres argentinas, entre ellas, también de las adolescentes. El punto más alto se alcanza entre fines de los años setenta y comienzos de los ochenta, cuando la tasa de fecundidad de las jóvenes se eleva hasta 81 hijos por cada 1000 mujeres. Se produce luego un paulatino descenso que lleva la tasa a 70 por 1000 en 1991, 65 por 1000 en 1998 y 59 por 1000 en 2001. En la Argentina, la frecuencia del embarazo en menores de 15 años es baja, representando para el 2001 el 0,4% del total de nacidos vivos en el país.
A su vez, agrega el CEDES, el porcentaje de nacidos vivos de madres menores de 20 años en el país, ha evidenciado también una sostenida disminución en los últimos 5 años de los que se tienen datos, pasando de 16,4% en 1997 a 15,2% en 2001. En números absolutos, en 1997 nacieron en Argentina 113.546 hijos de madres menores de 20 años; en 2001 fueron 103.891. Del total de los hijos nacidos de madres menores de 20 años, los hijos de las adolescentes precoces representan el 2,7% (Ministerio de Salud de la Nación-OPS, 2003).
Algunos datos sobre las madres adolescentes
Tras el relevamiento el informe final afirma que:
1.- El promedio de las adolescentes puérperas encuestadas se inició sexualmente a los 15 años, con su novio.
2.- Los niveles de utilización de anticonceptivos son relativamente altos entre las adolescentes sexualmente activas, respecto de la población femenina en edad reproductiva, con un incremento importante en los últimos años.
3.- Las adolescentes se distinguen del conjunto de las mujeres en edad reproductiva por la mayor utilización de preservativos.
4.- Al momento del último embarazo tenían un conocimiento aceptable de los métodos disponibles.
5.- Las adolescentes sostienen los altos niveles de control de embarazo de la población femenina bajo cobertura pública. Se reporta una alta realización de las prácticas de rutina en consultorio (peso, presión arterial, medición de altura uterina, auscultación del feto). También es alta la proporción de embarazadas a quienes se les hizo una ecografía y se les aplicó una vacuna.
6.- La frecuencia relativa de realización del test de determinación de vih/sida durante el control de embarazo entre las adolescentes encuestadas resultó superior a la de las mujeres con cobertura pública de todas las edades.
7.- Los padres de los hijos de las encuestadas o bien tienen la misma edad que su compañera o bien la superan en algunos pocos años. Sólo un 5% de las adolescentes de 15-19 años encuestadas declara que el padre de su primer hijo tenía 30 años o más al nacimiento de ese hijo.
8.- Casi la mitad de las adolescentes encuestadas ya no estudiaban al momento de embarazarse. Un tercio del total de la muestra no estudiaba ni trabajaba al momento de embarazarse de su primer hijo/a.
9.- Se establece una recurrente linealidad entre el embarazo precoz y la falta de educación que lleva a muchos de los profesionales entrevistados a proponer la estrategia educativa como principal método de prevención, desconociendo otras alternativas de las políticas y acciones sanitarias.
Riesgos para la salud de la madre y el niño
Los funcionarios entrevistados por el CEDES coincidieron en que las condiciones negativas sobre la salud de la madre y el niño (parto pre-término y bajo peso al nacer) no son causadas por el propio embarazo ni por la edad de la madre, sino por las condiciones de marginalidad en que viven estas jóvenes.
Según el estudio, este mayor riesgo provendría de la pobreza, la nutrición deficiente, el hábito de fumar, la mala salud antes del embarazo, un control prenatal insuficiente y/o inadecuado, anemia materna, uso de sustancias tales como tabaco y/o alcohol, etc.
Con un apropiado soporte psico-social y con adecuados controles prenatales dice el informe- los resultados obstétricos en las madres adolescentes son comparables, o casi tan buenos, como los que se observan en mujeres mayores de 20 años.
Aborto
El aborto es un delito en nuestro país y los médicos tienen la obligación de denunciarlo.
No obstante, según el informe:
En la provincia del Chaco se realizaron tres entrevistas a informantes de instituciones públicas de salud. Las entrevistas involucraron a dos hospitales provinciales de Resistencia (servicio de tocoginecología y consultorio de adolescencia), y un centro de salud. El informante del servicio de tocoginecología manifiesta que el hospital tiene un subregistro importante de complicaciones de aborto. La pauta que siguen en el trabajo con adolescentes en estos casos consiste en solucionarle el problemas sin mayor crítica alguna, y sin hacer la denuncia policial, como en realidad se debería. Una vez resuelto el episodio, derivan a la paciente a salud reproductiva.
En la ciudad de Rosario se realizaron siete entrevistas en servicios de salud. Involucraron a dos hospitales municipales, un hospital provincial y una maternidad municipal, en sus consultorios de adolescencia y psicología, consultorios externos, consejería y directivos.
La estimación de los ingresos por aborto a la maternidad no resulta coincidente entre los informantes. (...) De todas maneras, el abordaje parece consistir en la preservación de la intimidad de las mujeres, alterando la causa de internación y evitando las denuncias. (...) El hospital general municipal recibe una adolescente con complicación de aborto por día. Afirma también que no se realiza denuncia ni notificación a los padres.
En el hospital provincial estarían recibiendo unas 350 complicaciones de aborto por año, correspondientes a todos los grupos etáreos. El informante no menciona ningún tipo de denuncia.
Las recomendaciones del CEDES al Ministerio de Salud
Como en informes anteriores, las recomendaciones del CEDES, parecen provenir del perfil ideológico de la institución más que del propio estudio (vid Notivida 239). En esta oportunidad recomendó:
Ampliar la cobertura de los programas provinciales de salud reproductiva, incorporar la oferta de métodos anticonceptivos en todos los consultorios de adolescencia, incluyendo a los que están funcionando en los hospitales pediátricos, garantizar la disponibilidad de preservativos en los centros de salud, promover la consejería anticonceptiva en la consulta de control prenatal, las complicaciones por aborto y la consulta de puerperio aprovechando el vínculo personalizado entre prestadores y usuarias adolescentes, fortalecer las redes para el seguimiento de las pacientes en planificación familiar después del parto o de una internación por complicación de aborto, fortalecer la coordinación de las acciones de prevención en salud reproductiva del sector salud con el sistema educativo y las organizaciones de la sociedad civil, etc.
NOTIVIDA
http://www.notivida.com.ar
notivida@notivida.com.ar