La profesión de sepulturero tiene la misma dignidad que cualquiera otra.

Sr. Director:

El título no va con estos profesionales sino con los miembros del Gobierno que, a falta de otra actividad (¿?), se dedican a abrir y tapar tumbas, no para enterrar a nadie  sino abrir para remover a los muertos en su tumba, y a los vivos en su convivencia, y cerrar otras echando basura encima -en forma de leyes de libertades- para tapar la multitud de despropósitos que les rodean.

La última ocurrencia, la de abortar menores de edad sin el conocimiento de sus padres, da la impresión de ser una paletada más para desviar la atención del verdadero crimen que es el aborto provocado, con independencia de la edad de la madre. O, tal vez, es un ejercicio de coherencia, porque encaja muy bien con el papel de padres que pretenden arrogarse con la EpC.

En cualquier caso, con tan febril actividad funeraria, no es extraño que este Gobierno huela cada día más a muerto

Amparo Tos Boix

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