El filósofo francés Bernard-Henry Lévy ha afirmado que Benedicto XVI y Pío XII son víctimas del prejuicio, de la mala fe y de la desinformación.
Un ejemplo es que a Benedicto XVI se le tilda de Papa alemán, o post nazi en sotana, se falsifican sus declaraciones en los medios informativos, o se le recriminan ciertas omisiones en torno al tema judío. Pero la realidad lo desmiente. El Papa ha sido escuchado calurosamente en la sinagoga de Roma, por un millar de personas, en su defensa de Pío XII, afirmando que dio su ayuda, a menudo de forma escondida y discreta, para salvar la vida de miles de judíos. Aludió a los Diez Mandamientos como código ético de amor para toda la humanidad y alentó a despertar en nuestra sociedad la dimensión trascendente, animando a dar testimonio del único Dios como servicio precioso que judíos y cristianos pueden ofrecer juntos.
El presidente de la comunidad judía romana Ricardo Pacifici declaró que su padre se salvó del Holocausto al esconderse en el convento de las Hnas. de Santa Marta en Florescencia, y constató que miles de católicos ayudaron a los judíos, sin pedir nada a cambio.
Eva Catalán