Recuerdan el refrán: "Antes se coge a un mentiroso que a un cojo" o el otro "La mentira tiene las patas muy cortas".
Ambas expresiones le viene al pelo al líder de la revuelta estudiantil que estos pasados días ha estado enfrascado en otra "semana de lucha" en las aulas y después en las calles. Aulas que, por cierto, pisa poco o nada.
El estudiante que ha declarado que cursa estudios de Antropología en la UNED, pero no. Erró en el tiempo conjugado. Cursaba. Del personaje no saben nada en la universidad desde el curso académico 2008-2009, y mientras cobra las dietas como miembro del Consejo Escolar. Un estudiante que no es tal.
Una farsa en toda regla de quien debería irse por donde llegó. Si se han fijado en algunas manifestaciones, los dirigentes son casi todos hombres bien barbados, además sin afeitar de algunos días, debe ser para confundirse entre los estudiantes de secundaria y bachillerato (adolescentes).
Cuando veo eso pienso que los chicos están representando una pantomima, que el fondo está detrás, no los adolescentes sino en los barbados.